Una gran madre, esposa, abuela y amiga. Todas estas características definen a Paquíta Jodar.
Su marido, mi padre, José Antonio, también es un ejemplo de apoyo y dedicación, por mucho que hubiera pedido a la vida que me dieran unos padres buenos, nunca hubieran podido ser mejores que los que tengo.
Es cierto que la vida no ha sido fácil para nadie y menos lo ha sido para mí madre, una enfermedad le ha retrasado parte de su actividad física pero en los momentos que está fuerte para hacer cosas, es temible y supera en acción a cualquier ama de casa que se precie.
En la cocina es la mejor, quien no conoce sus tocinos de cielos, cientos y cientos ha preparado para regalar a amigos y familiares.
Y que decir tiene de sus bizcochos, suaves y con un sabor a gloría.
Hoy es su 67 cumpleaños y queremos celebrarlo todos juntos y decirle una vez más que nos sentimos orgullos y agradecidos de que nos haya dado la vida y formado en valores para ser capaces de encontrar nuestro destino y no parar en búsqueda.
Ante una queja, pongamos una sonrisa, porque cuando Paquita no puede andar, lejos de quejarse se lo toma con sentido del humor y espera paciente a que le lleguen las fuerzas.
Así, esta madre es un ejemplo de muchas virtudes y hoy mejor que ayer para decirle lo mucho que la queremos y lo orgullosos que nos sentimos de ella todos los que la conocemos.
Un beso